La fábula del violín
Creerte insuficiente, inútil o incompleto, no hará que seas así, solo hará que tu mismo te percibas de esa manera y en consecuencia desconozcas tu grandeza…
En cierta ocasión un violín se encontraba triste mirando por la vitrina donde estaba expuesto para la venta, había tenido una conversación con su amigo, el atril, y este le aseguró que sería imposible que alguien lo quisiera pues él lo veía incompleto, le faltaba la pieza más importante: el arco.
El violín después de unas horas de reflexión, viendo como las personas pasaban de largo por la vitrina y nadie lo compraba se convenció de que su fabricante, efectivamente, lo había hecho incompleto y que así nadie podría comprarlo, no servía para nada, estaba destinado al fracaso y a ser un pedazo de madera inútil.
Días después el atril fue vendido, y en su reemplazo, al lado del violín pusieron un piano... Este entusiasmado por estar en la vitrina saludo a su vecino y al notarlo decaído le preguntó que ocurría, el violín le contó su historia y lo absurdo que se sentía por haber sido mal fabricado... El piano después de escuchar su historia sin interrumpir replicó: Las guitarras no necesitan arco para sonar.
Miles de veces nos sentimos violín sin arco, y elegimos creer la opinión de quien no sabe nada de nuestra música.
No seas atril... No seas violín... Sé guitarra.
IG @estefaniahmcmusic